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Hace sólo un par de años, la geoingeniería parecía ciencia ficción. Algunos científicos hablado de enfriar el planeta utilizando escudos masivos para reflejar la luz solar hacia el espacio o por la carga de la atmósfera con aerosoles, pero considera algunos de estos proyectos a escala planetaria como contendientes reales para evitar una catástrofe climática. Pero – tal vez porque el reto de la mitigación de ahora, se reconoce plenamente – geoingeniería se ha generalizado. Cada vez más, los científicos están dirigiendo su atención a la misma: el mes pasado en el Centro de Conferencias de Asilomar en Monterey, California, los expertos se reunió por primera vez a considerar cómo el campo se puede regular. Mientras tanto, los gobiernos están celebrando audiencias parlamentarias sobre el tema y los capitalistas de riesgo están buscando a él como una oportunidad de inversión.

“Yo no quiero trabajar especialmente en la geoingeniería. Pero ahora que el genio ha salido de la botella, me siento que tengo que “, dice el clima modelista Raymond Pierrehumbert de la Universidad de Chicago en Eli Kintisch de Hack el Planeta , uno de los primeros libros para cubrir este tema creciente para un público popular. Aunque potencialmente capaz de reducir rápidamente la temperatura, las numerosas tecnologías que están bajo el paraguas de la geoingeniería, probablemente habría involuntaria – desastrosas consecuencias – y potencialmente. A pesar de su promesa y los peligros, sin embargo, la geoingeniería es un virtual desconocido entre el público en general, por lo que el libro de Kintisch y otro, Jeff Goodell Cómo enfriar el planeta , ambos publicados este mes, han llegado en un momento crucial. Estas dos visitas-establecido el paso rápido a través de la ciencia de la geoingeniería ayudará a informar a los debates cada vez mayor acerca de si los gobiernos deben financiar la investigación en proyectos de gran enfriamiento climático y sobre cómo los diferentes métodos puede ser probado.

Ambos Goodell y Kintisch dejar claro que la geoingeniería es el mejor de complemento a los recortes drásticos en las emisiones de dióxido de carbono. “Tenemos que iniciar inmediatamente un programa de todo el mundo para dejar de contaminar la atmósfera con este sorprendente perniciosa traza de gas”, sostiene Kintisch. La mayoría de los científicos sienten lo mismo, han visitado la página de geoingeniería estrictamente como un plan de emergencia de copia de seguridad posibles que se debe utilizar sólo si las cosas se ponen realmente graves. Y debido a los riesgos involucrados, la idea de hacer pruebas de campo, especialmente de las tecnologías de la llamada “gestión de la radiación solar ‘- es decir, bloqueando la luz del sol de una manera u otra – es aún polémico entre los científicos.

Pero Goodell hace un fuerte argumento a favor de por lo menos algunas pruebas limitadas. Él cuenta la historia de Charles Hatfield, un hacedor de lluvia viaje que ganó la aclamación de los Estados Unidos en el año 1900. Cuando Hatfield trató de traer la lluvia a San Diego y se produjo inundaciones torrenciales, que fue expulsada de la ciudad, su reputación por los suelos. Con la geoingeniería, escribe Goodell, “podría ser inteligente para comenzar a ordenar las ideas bueno de lo malo, para no caer bajo el hechizo de una nueva generación de Charles Hatfield”. Es decir, si hacemos la investigación, entonces tal vez vamos a decidir que algunos métodos son los más olvidados.

Revista Nature

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