La gran diversidad de sistemas operativos, SOs, obedece a multitud de razones, una de las cuales, se ha dicho, es pagarle a alguien un impuesto para poder emplear una computadora, cualquiera que sea. Hasta ahora las computadoras más empleadas se llaman teléfonos celulares.
Por cada computadora en el mundo, que no nos cuesta decir que es tal, por ejemplo una PC de escritorio, existen cuatro teléfonos celulares. De ahí que la forma más fácil de incorporar a las personas a la TICs, Tecnología de Información y Comunicaciones, vinculándolas así a la Sociedad de la Información y del Conocimiento, es hacer que dispongan de un teléfono celular.
El sistema operativo que más rápido crece en los celulares es el Android. La competencia es fuerte, pues existe Symbian, que es uno de los más difundidos, empleándose en teléfonos como los Nokia, que son los que disponen hasta ahora del hardware más robusto.
Sin embargo, el Symbian desde hace rato se ha quedado corto, pues es evidente que SOs como el del iPhone le están comiendo el mandado. El iPhone emplea una versión adaptada del excelente sistema operativo de la Mac, trabajo que si bien tiene muchos logros, no es lo más adecuado para una máquina que no es una computadora personal.
Lo que se requiere en SOs para teléfonos celulares es lo que se denomina un sistema operativo que funcione reactivamente. Lo cual significa que esencialmente consiste en programas que corren permanentemente, esperando que sucedan eventos, o sea acontecimientos como el que les llegue una señal inalámbrica para prender la pantalla, o que el usuario al modificar la posición del celular modifiquen la dirección en la que presentan resultados en la pantalla, o que detecten la posición geográfica del mismo, o si algún parámetro vital del usuario es afectada significativamente y den aviso a servicios médicos de emergencia.
El empleo del software para teléfonos celulares puede ser tan versátil que deatiro pueden impulsar el desarrollo como sucede con proyectos como “Zaca”, descrito aquí mismo en iNGENET.
El mercado natural para SOs como el Android no sólo es el de los celulares, sino también el de las netbooks y, en general, el de los dispositivos que instrumentan lo que se denomina la Internet de las Cosas. O sea hasta ahora sólo hemos visto la punta del “iceberg” de lo que los expertos denominan el Cómputo Interactivo.
Este último se orienta a desarrollar SOs que desde un inicio estén más pensados para la Web, en este sentido es que Android y Google Chrome coinciden, ya que Internet plantea problemas nuevos a la tecnología típica de los SOs. Otro problema que buscan resolver es contar con sistemas operativos que no sean tan primitivos, como el Symbian que no logran explotar plenamente el hardware de los nuevos Smartphones, lo cual, en particular, es lo que pretende el sistema operativo Android.
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