La ingeniería también nos lleva a generar piezas de tecnología, y mejoras, a los ambientes productivos de las empresas. Esto es de hacerse notar porque la imagen más difundida de la tecnología es a través de software, robótica o medios de comunicación.
Es casi seguro que en algún momento propusimos, o desarrollamos e implantamos, una mejora al sistema de trabajo, la cual tuvo resultados positivos. Casi no tomamos conciencia que al generar una aplicación a la medida para automatizar cálculos, realizar un análisis de datos en menos tiempo, disminuir los tiempos de las tareas, o generar un “reporteador” para presentar resultados, estamos desarrollando tecnología y hemos obtenido una mejora. El manejo de la hoja de cálculo con formulas y condicionales lógicas es lo más típico y representativo de esto. Los que tienen mayores conocimientos usarán consultas en base de datos o harán pequeños programas y aplicaciones con visual basic o java.
Este espacio lo aprovecharé para exponer cómo desarrollamos mejoras y tecnologías en los sistemas y ambientes de trabajo cotidianos, que a veces no son reconocidos o “puestos en la vitrina”, pero que definitivamente han ayudado a generar un resultado positivo a nuestro trabajo y a la empresa misma. Y es que el desarrollar estas herramientas también nos hace crecer y conocer más. No se necesitan conocimientos profundos de programación o sistemas, la clave es tener muy claro lo que se quiere. Con suerte y alguién está desarrollando, o desarrolló, alguna aplicación o proyecto que pueda ayudar a otros. ¿Cómo lo hicieron? poniendo a trabajar su conocimiento e ingenio, lo que es la base de la Ingeniería.
La tecnología reside en el conocimiento de las personas.
Ingeniería de procesos.
El análisis y mejora de procesos es un tema que ha cobrado mucha relevancia en todo tipo de empresas, y es que de esta forma se puede mejorar, adaptar, re diseñar, automatizar o generar un nuevo proceso. Casi siempre se comienza con la revisión de los diagramas de flujo y procedimientos escritos. Cuando estos no existen, entonces se hace un trabajo de campo para realizar un levantamiento y comenzar a plasmar los procesos en papel. Luego se generan políticas, manuales, etc.
Una parte importante es el levantamiento, desde ese puntos de pueden detectar mejoras, tales como evitar duplicidades, niveles en los proceso, adecuaciones en la organización, entre otras, esto se conoce como modelo de procesos de negocio, los cuales tienen una metodología.
Cuando nos adentramos más comienza la experiencia de la ingeniería en los procesos y lo interesante de la misma. En primer lugar ¿qué tipo de proceso es el mejor para una determinada porción de todo el sistema productivo? Podemos definirlo como un proceso de lazo cerrado, o abierto, quizá uno mixto, o también como el enlace de varios procesos que nos llevan a una determinada arquitectura de organización. Desde este punto comienzan a emerger las ideas, en primer lugar, para establecer un macro proceso que debe mostrar justo el resultado para el cual está siendo diseñado o mejorado dicho proceso.
Otro punto interesante dentro del análisis de los procesos es detectar qué operación tiene más entradas y/o salidas, con esto vamos detectando los cuellos de botella y dónde es probable que se requiera más soporte. Esto nos lleva automáticamente a tratar de establecer lo qué se debe hacer para que esa, o esas operaciones, no sean más un cuello de botella. Es en este punto donde se detalla más y buscamos soluciones, ya sean tecnológicas, de recursos humanos, o recursos financieros para un determinado fin o proyecto, o de separación y/o creación de nuevas funciones, que nos llevan a una nueva estructura. Entonces pensamos en posibles soluciones y combinaciones cuyo objetivo sea tener un flujo con el menor número de desviaciones, ramificaciones, o decisiones posibles, sin dejar de tener en mente que debe contar con un canal de retroalimentación que nos brinde la información necesaria para detectar cuando el proceso tiene desviaciones y poder corregirlas a tiempo. A esto le llamamos un medio de control para el proceso.
El establecer controles en los procesos no es un tema trivial porque, cuando esos controles son llevados a la práctica, pueden implicar un alto costo. Se tienen diferentes alternativas como el sistema Kanban, o el control de cada operación, etc. Insertar varios controles, además del costo, pudiera implicar un retraso o cuello de botella en el proceso, justo lo que se quiere evitar. Lo mejor es observar y analizar en dónde puede implantarse un control. De una manera ingeniosa algunos procesos han sido diseñados como las piezas de un ensamble, solo pueden embonar de una sola forma, y esto ha funcionado para varios tipos de procesos, tanto de manufactura, químicos y administrativos; por lo que los subproductos del sistema entran a una especie de “pasa o no pasa” y automáticamente el producto, ensamble, o información, regresan a algún punto del proceso si no cumplen con ciertos requerimientos o se deshechan. El trabajo de la ingeniería en los procesos puede extenderse hasta la decisión del tipo de equipo, sensor o función deben ser usado para los controles, así como determinar cuántos, de que tipos y en qué etapas del proceso deben implantarse. De esta forma se incorporan mejoras, se crea tecnología de procesos y también se elige la tecnología que ya existe para incorporarla al proceso.
En ocasiones, crear mejoras o tecnología, no implica grandes esfuerzos económicos y humanos, basta con que una persona, a veces un operario, sugiera una pequeña modificación, o fabricación de un elemento simple (de esos que se pueden fabricar en un taller sin maquinaria especial) que se pueda incorporar y obtener beneficios significativos. De una forma u otra, todos somos capaces de incorporar mejoras, o crear elementos tecnológicos, o convertirse en algún momento un ingeniero.
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